domingo, 26 de julio de 2009

Ha llegado el momento de dejar el miedo. Puedo asegurar que mis adentros estarán temblando pero sé que me mantendré firme.

Una vez más vi el final demasiado cerca. Me comprometí y pude volver con mis compañeros, fatigados ya como estamos todos de esta realidad de pesadilla, pero en mis labios vibraba la última palabra que pronuncié, un breve aunque intenso sí. Sabía que en esa palabra se escondía mi futuro. Estoy dispuesta. Ahora ya sí; puedo notar mi aprendizaje finalizando, soy capaz de desvanecer por completo todos mis miedos.

Siento que él me ayuda, desde mi pecho, mi padre, o el que me aseguró serlo, después de un año incierto volvérmelo a encontrar... de estas maneras. Es todo demasiado extraño. No somos héroes, al menos yo no lo soy. Sin embargo, sé que lo que se acerca es demasiado grande para nosotros, pero que lo afrontaremos.

Podemos perecer, pero intentaré que todos sigan a salvo cuando me toque dar un paso. Cuando hayamos elegido y estemos conforme, y llegué el momento final y deba corresponder a ese sí que pronuncié antes de volver a la vida.

Noto el cuerpo en tensión, en continua alerta. Sabe que el momento se acerca, avanza con pasos lentos y pesados. Lo nota también mi alma, algo triste, porque teme quedarse sola; a la vez, no obstante, desea ser libre. Y ver qué ocurre. Qué nos depara la lealtad por la que seguimos vivas.

1 comentario:

  1. con lo poco que hablas en las partidas y lo mucho que cuentas aqui deberias visitar esto mas a menudo, jeje

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