lunes, 16 de febrero de 2009

que bien se duerme en la cama de uno jejejejeje

La visita recibida no era de quien esperaba. Merian se me ha lanzado al cuello en cuanto he abierto la puerta. Que muchacha más adorable, hace tan solo dos semanas verla me hubiera llenado de felicidad, pero hoy me siento vacío al verla, incluso cuando después del abrazo inicial se empieza a desnudar lentamente. No giro la cabeza, precisamente, ni tampoco desaprovecho lo que se me está ofreciendo en bandeja.

Pero mi vacío no se llena, es más bien al contrario, algo en mí se ha vaciado más. Esperaba a otra persona, y hoy no me siento capaz de corresponder al amor y la pasión entregada de Merian. Algo ha notado, y se ha empeñado en marcarme con sus uñas, pero no hay marca capaz de reemplazar la que llevo con pesar en el corazón. Me pide que le deje quedarse conmigo en mi celda, que estando conmigo durante la crisis se sentirá más segura y yo acepto, pero... ¿se lo puedo prometer? Mi idea era dejar el templo para poder ayudar a mis amigos mientras se resuelve la crisis, pero si hago tal cosa el templo no la protegerá. Le cuento mis dudas al maestre, me comprende, pero la decepción brilla en sus ojos, incluso aunque sea el peor miembro de todo el clero de Amn necesita mi ayuda. Voy a sacarle brillo a la estatua de Tymora a cabezazos, no puedo dejar de lado el templo ni a esa chiquilla, aunque lo que siento por ella ahora sea una mera sombra de lo que siente por mí, seré un hombre, me quedaré al pie del cañón, aunque me pongan a un chalado encapuchado echándome el aliento en la calva mientras trabajo, aunque se acerque peligrosamente a mi culo aceptaré lo que sea. Voy a mi habitación a echarle otro a Merian.

Por la tarde en vez de un escolta han venido dos, con sus escoltas, dos golems enormes. Nos dicen que Todo uso de la magia en Azhkatla queda estrictamente prohibido, ¡Incluso para salvar vidas! Ante mis preguntas solo dicen: si se muere alguien es que era su destino. Paparruchas, no me creo una palabra de lo que dicen de que la magia interfiere en esa brecha, habrá que cerrarla como sea, creo que voy a hablar con Zordan a ver si se le ocurre una forma de arreglar este desaguisado por nuestra cuenta. Si muero combatiendo a su lado seré feliz, será la única manera de compensarle por lo que he hecho. Buah ya me he cabreado, Voy a mi celda a echar otro a ver si me calmo. No, si al final va a ser buena idea esto de tener novia jeeejeje

domingo, 15 de febrero de 2009

Cuarenta y seis días. ¿Por qué damos tanta importancia a los periodos de tiempo y no nos fijamos en las jornadas sin más? Tal vez ese es nuestro fallo.

Mi temor cada vez es menos creciente, pero esta noche... ¿Ha sido casualidad? Vi al valiente guerrero de lejos, pero aquellos fulgores llamaron más mi atención. Y, por lo visto, también la suya. Cuando me pegué a su espalda con el arco tensado no estaba asustada. Cuando lo vi, cuando miré a esos ojos en llamas e imaginé su furia desplegándose si pudiera, sí me asusté. Pero duró sólo un instante.

Una conversación interesante, sin duda. Sé que todos escondemos cosas. Y que estamos deseosos de respuestas sin fin, de apagar las preguntas que guían nuestros pasos aunque no nos demos cuenta. Pero esta noche no. Creo que el noble y yo vamos a tener que hablar más a menudo. Ahora hay algo que nos une.

Todos tenemos secretos. Pero he de admitir que el viento me sabe mucho más agradable ahora que sé que puedo encontrar respuestas. Solamente he de pronunciar su nombre.

Cuarenta y seis días... Se eriza mi intuición si pienso en cuarenta y seis días atrás. No creo en las casualidades. Y menos ahora, con la ciudad así, con las pesquisas de todas las gentes detrás de cada rincón. Se respira maldad. Y tristeza. No obstante, recuerdo esa voz canturreando y contando los días. Cuarenta y seis, para ser exactos. Y unas cuantas preguntas que formular con acierto.

"Si no cumplo mi palabra puedes llevarte mi alma".

martes, 10 de febrero de 2009

MMH? Pero... qué...

Hoy llegamos al hogar. ha sido un viaje muy duro, lleno de sorpresas.. y de un profundo pesar. He traicionado mis principios, y peor aún, la confianza de un camarada. No hace nada que le salvé la vida luchando espalda contra espalda con él y ayudé a salvar la de sus hermanos y ahora no me atrevo ni a mirarle a la cara. El viaje por suerte ha sido sin novedad, aunque me he pasado las noches llorando por lo que he roto en mí y por lo que nunca me pertenecerá. Tal vez deba alejarme por un tiempo de la familia Colt, de Azhkatla e incluso de Amn. Y mientras estaba pensando en ello, hemos llegado. Galliiiidiiiiix! Pero qué leches has hecho? cómo van a arreglar este desaguisado?

En fin. Por lo menos una cara amiga, Viny. Pero esta vez no estamos para juergas, viene con unos colegas y con esa sonrisa maliciosa de que viene a ofrecer un favor a cambio de un precio. La verdad, prefiero con diferencia estar de juerga con él que deberle favores, menudos embolados nos encula. Tiene gracia, yo, que he estado en un podio delante de miles de personas en Azhkatla, ahora me veo entrando en ella como un ladrón para que no me restrinjan mis poderes sagrados o me pongan un escolta que me vigile hasta cuando voy al retrete. Y encima para entrar hay que cruzar una mina llena de kobolds.

Bah, los kobolds siempre me han hecho gracia, sobre todo su idioma, pero cuando vienen 15 a por nosotros con armas mágicas la cosa cambia. La puñeta es que un exceso de confianza por nuestra parte y un retraso por mío como líder del grupo organizando la estrategia casi nos mata a todos. Cuando me despierto resulta que Viny y Brempa han salvado el día. Esa chica... fea como un pecado y muy reservada, pero siempre puedo confiar en ella, a pesar de los comentarios de Viny. Dudo mucho que haya huído en medio del combate mientras los demás estabamos inconscientes, Nah, hoy todos hemos estado ahí para nuestros camaradas, al menos los que no han tenido la suerte de poder entrar por la puerta principal, Incluso mi amigo Alaric ha aguantado y nos ha salvado a todos, a pesar de que ultimamente actúa muy raro.

En las alcantarillas hemos visto a dos guardianes escudo de esos magos encapuchados reventar literalmente a un contemplador, menos mal que no he cogido ninguna de las armas mágicas de los kobolds, si nos llegan a ver con ellas nos hubieran hecho lo mismo. En cuanto a la propuesta de Viny, bueno, hemos aceptado pero creo que me va a venir un poco grande. Tymora proveerá, creo que tendré que improvisar sobre la marcha.

Por la mañana he acudido al templo. Tenía que asegurarme de que mis hermanos de fe estaban bien. Ah pero resulta que no lo están, excepto el sumo sacerdote que no sale del templo nunca a todos los demás les han colocado un conjuro detector, con el cual los magos saben en todo momento donde están y si lanzan algún conjuro, o les han puesto la escolta de un mago escapuchado para supervisar sus actividades de clérigo. Si alguien se ha vuelto en contra de la ley marcial se lo han llevado sin más y no se sabe, y para colmo me han pillado por la calle y no me he dado a la fuga para no levantar sospechas, pero ahora me toca claudicar y elegir, o conjuro o vigilante. Mmmh no todo puede ser malo hoy, al menos tengo visita femenina en mi celda. Espero de corazón que sea mi ángel de la noche.... Jeeejejejeje

lunes, 9 de febrero de 2009

Por fin de vuelta en el hogar, con mis hermanos a salvo... y vuelta a la rutina, mis quehaceres en el templo, mis obligaciones para con mi padre, he de afrontar mis responsabilidades como un hombre.

Ese maldito portal que ha aparecido en las afueras de la ciudad dificulta las cosas, toda la burocracia se ha paralizado, las obras del templo tambien, resulta que llevamos mas de un mes fuera... llevamos, yo y mis nuevos compañeros, ¿qué estarán haciendo ahora? es curioso, pero los echo en falta, pese a su brusquedad y temeridad, son valientes y honrados a su manera, respetan el honor que ellos mismos entienden, pero es mucho mas de lo que hace la mayoria de la gente de esta ciudad...

Les fallé, les llevé a las tierras de mi padre para enfrentarlos a un peligro mortal, un peligro que tuvo la vida de mis propios hermanos pendientes de un hilo, un hilo que estube a punto de quebrar al dejarme llevar por la ira, no atendí a razones, solo ansiaba la sangre del culpable, el último castigo de un pecado imperdonable... y ellos me comprendieron, no dijeron nada, solo siguieron mis pasos y combatieron a mi lado, les estoy agradecido...

Ahora, deambulando por las calles de esta ciudad, me pregunto qué estareis haciendo, ¿en que aventura os habreis enbarcado con ese Vinny?, os echo de menos compañeros...
Las pesadillas me persiguen, mi señora mi atormenta, ella me dio la oportunidad de seguir viviendo y yo le falle. Pero a pesar de todo sigo sintiendola, sigue atendiendo a mis rezos, puede que aun pueda servirla y me de una segunda opurtunidad.

Joder la que ha montado el gnomo piromano, y yo que creia que era un incopetente va a resultar que realmente lo que pasa es que esta loco. A quien se le ocurre crear esa peazo brecha, y para colmo ahora los magos esos no dejan ejercer de clerigo sin tener a un pelma detras, espero que no me pillen.

Puto biny, al final me va a caer bien y todo, me a metido en una cofradia de "amigos de lo ajeno", y otras cosas, además de proporcionarme numerosas armas magicas de esos kobolds. Y todo se lo tengo que agradecer al gnomo piromano.
Que cosas tiene la vida, ¿verdad?

domingo, 8 de febrero de 2009

Las noches ahora tienen algo más. Algo más aparte del encanto atávico que las envuelve, algo más aparte del miedo que transmite la propia oscuridad, a pesar de que puedas desnudar las tinieblas con la mirada. Yo puedo, y aun así la oscuridad tiene el poder de estremecerme.

Me siento distinto, he avanzado, he progresado un poco más. Estoy creciendo, mi espadón cada vez pesa menos y los golpes que asesto son más poderosos. No tengo miedo a morir, ya no, a pesar de todo. Ignoro el porqué pero sé que tiene que ver con la magia de la noche. Creo que ha de ser algo de leyenda, algo que en mi memoria me llama a la infancia y a las historias que mi padre contaba para que pudiera conciliar el sueño.

Bendito padre, cuánto agradezco que me hiciese marchar. Viejo loco, quedarse solo y exiliado para que yo, su hijo, semiorco, pudiera tener el privilegio de sentir cómo mi propio espíritu revienta las barreras de lo que, en teoría, impone la condición racial.

Es increíble sentir esta euforia, este fuego en el interior, y besar los labios de acero de la muerte y no sentir miedo sino ser capaz y valiente de abrazar su piel de luna, sentir emoción y cómo la vida golpea con fuerza en los últimos compases del corazón.

No perder la fe en los compañeros y volver, de nuevo volver, a estar de pie codo con codo, hombro a hombro. Ya no me importa que huyan, ni que teman, ni que me hieran por protegerlos. Están ellos y estoy yo. Están estas magníficas noches, las increíbles puestas de sol.

Pero... El sol. Sí, tengo una idea aunque no sé si se permiten milagros. Jajajajajaja. ¡Qué más da! Fantástica noche la de hoy, con misión cumplida, por cierto, y qué más decir. Que somos ricos. Cayó el clérigo de Cirik... Cierto.

Más gemas a repartir.
Había escuchado hablar del alma. En boca de hombres eruditos, de mujeres con sentimientos desbocados, en niños que jugaban a ser mayores. Yo misma uso la palabra a menudo para referirme a todas las personas que nos rodean. Pero jamás hablo de la mía propia, porque creo que en el fondo no creo en ella. En el alma. O al menos no creía en ella.

Ha sido espectacular. Y ha podido acabar tan mal... Estaban ellos, tendidos y sin vida, con sus corazones agotados, y estaban nuestras manos rozando esas piedras. Eran sus almas, los resquicios de vida que debían habitarlos y que un mal destino les había arrebatado. ¡Eran sus almas! Menos mal que al final el valiente humano ha sido capaz de reconocer a los que tienen su sangre.

Ya han vuelto, han vuelto sus pechos a brillar y ha sido... maravilloso. Magia. Magia auténtica. Magia que ya siento de vez en cuando recorriéndome, pidiéndome que lance alguno de mis modestos conjuros. No sé, después de ver a los que de verdad la controlan... Tendré que intentarlo. Que hacerlo, claro está.

Seguramente tendré numerosas oportunidades de usarlos y de lanzar lo más certeramente mis flechas. Ese dichoso mago nos ha metido en un buen lío. ¿Pero qué vamos a hacer ahora? ¿Huir constantemente? Me habría gustado cobrar mi primera misión, a pesar de todo lo turbulento sucedido. Y el cargante semiorco también tendrá que cobrarla, ¿no? No sé. Estamos en una buena. Deberemos luchar, ¡espero que con acierto!

Son días inciertos. En unas horas nos pondremos en marcha. ¿Hacia dónde? No lo sé. Tal vez hacia donde mi instinto nos guíe. Así que confiaré en él, ahora que sé que procede de mis adentros, de mi propia alma.